¿Una mujer embarazada puede seguir haciendo ejercicio?

Hay muchos mitos alrededor del deporte en el embarazo: ¿puedo hacer deporte de manera segura? ¿Afectará al feto? ¿Qué tipo de deporte es más recomendable?

<strong> ¿Una mujer embarazada puede seguir haciendo ejercicio?</strong>

 ¿Una mujer embarazada puede seguir haciendo ejercicio?

Hay muchos mitos alrededor del deporte en el embarazo: ¿puedo hacer deporte de manera segura? ¿Afectará al feto? ¿Qué tipo de deporte es más recomendable? Es normal, ya que es un periodo muy importante tanto para las madres como para los bebés, por lo que toda precaución es poca. A continuación intentaremos aclarar de la mejor forma posible las posibles dudas.

Embarazo y deporte: ¿Qué puedo hacer?

Primero de todo debemos tener claro que cada embarazo es un mundo y que la supervisión de profesionales es clave para que todo salga bien. Por eso, antes de iniciar cualquier tipo de actividad física es importante consultar a nuestro médico, especialmente si se tienen condiciones médicas preexistentes o si aparecen complicaciones durante el embarazo.

Dicho esto, se ha demostrado que el deporte durante el embarazo tiene muchos beneficios que veremos más adelante. Así que, una vez consultados a los profesionales pertinentes, las madres embarazadas ya pueden incluir el deporte en su rutina diaria, pero ojo, siempre adaptado al periodo de gestación y escuchando el cuerpo en todo momento: no es lo mismo hacer deporte en la fase incipiente de tu embarazo que hacerlo en la recta final.

Por norma general, se recomienda hacer deporte de intensidad moderada (caminar, nadar, hacer yoga o pilates prenatal o actividades parecidas) y durante al menos 30 minutos al día. Es recomendable hacer deporte cada día de la semana, aunque si no es posible podemos incrementar un poco el tiempo de práctica (40-50 minutos) y hacer 2-3 días a la semana. Eso sí, los deportes que debemos evitar a toda costa son los de alto impacto o que involucren contacto físico: las caídas o golpes son extremadamente peligrosos.

Embarazo y deporte: ¿Qué puedo hacer?

En términos generales, para hacer deporte durante el embarazo debemos tener en consideración los mismos aspectos que cuando hacemos deporte sin estar embarazada: 

– Mantenerse hidratado en todo momento.

– Evitar subir excesivamente de pulsaciones (embarazadas no deberíamos sobrepasar las 140 pulsaciones por minuto).

– Escuchar el cuerpo y detener la actividad si se siente dolor o incomodidad.

– Empezar calentando (durante unos 5 minutos) y terminar de forma gradual con estiramientos suaves durante los últimos 5-10 minutos.

– Además, para estar lo más cómodos posible debemos usar ropa y calzado adecuado.

Aparte de estas recomendaciones, también debemos evitar los ejercicios en los que contengamos la respiración y, a partir de los cuatro meses, no es recomendable tumbarse sobre la espalda para evitar mareos. También debemos evitar entrenar si hace mucho calor o humedad y procurar no terminar demasiado cansadas ni llegar al límite durante las sesiones, ya que liberaremos ácido láctico que puede perjudicar el bebé. Dicho esto, también sería ideal empezar a hacer deporte antes del embarazo para no empezar con una condición física muy baja.

Beneficios de los ejercicios durante el embarazo

Ya hemos dicho que hacer deporte es muy beneficioso, pero veamos cuáles son las mejoras más notorias:

– Reducir los dolores de espalda.

– Aliviar el estreñimiento, la distensión estomacal y la hinchazón.

– Mejorar el ánimo y la energía de la madre.

– Combatir el insomnio

– Mantener a raya el peso excesivo

– Tonificar la musculatura y aumentar la resistencia

Dificultades a la hora de hacer deporte

Sí, sabemos que la teoría es muy bonita pero a la hora de la verdad, siempre surgen algunos impedimentos. Por eso, hemos apuntado algunas de las dificultades más habituales y cómo las puedes combatir:

1. Falta de tiempo: Con las responsabilidades familiares, el trabajo, etc. a veces cuesta encontrar tiempo para una misma. Pero debes entender que el deporte es crucial para tu salud y la de tu bebé, por lo que debes guardarte un espacio diario para hacer deporte, pase lo que pase.

2. Falta de energía o motivación: Durante el embarazo, las madres pueden experimentar falta de energía o cambios de estado de ánimo. Y puede ser muy tentador dejar el entreno para mañana. O para pasado. Hasta que entras en un círculo vicioso en que cada día cuesta más retomar el hábito de practicar deporte. Exígete dedicar un tiempo diario.

3. Dolor o incomodidad física: A medida que avanza el embarazo, las madres pueden experimentar dolores y molestias en diferentes partes del cuerpo, lo que puede dificultar la realización de ciertos tipos de ejercicio. Consulta a tu médico de confianza y modifica tus entrenamientos. No busques excusas si los problemas no son de orden mayor.

4. Miedo (a perder forma física, ansiedad sobre su cuerpo, ganar demasiado peso…): Todos tenemos miedos, y en una época con los altibajos emocionales como el embarazo, aún más. No dejes que se apoderen de ti. Después de hacer deporte seguro que tendrás más seguridad en ti misma.

Una recomendación para afrontar y superar estos impedimentos es la de apuntarse a entrenamientos prenatales en grupo. Es un espacio donde podemos compartir confidencias con otras personas en la misma situación y avanzar más acompañadas. Ya para terminar, solo desearte que tengas un buen embarazo y puedas practicar deporte sin ningún problema.

RECUERDA:

Apuntarse a entrenamientos prenatales en grupo es una buena propuesta. Se trata de un espacio donde podemos compartir confidencias con otras personas en la misma situación y avanzar más acompañadas.